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“Un año más”…, como decía mi madre

Cuando yo era muy joven, un día mi madre me comentó que “la vida, conforme se entraba en años y se avanzaba en ella, parecía acelerarse cada vez más y más” y que acababa por irse en un suspiro.

Cuál sería mi sorpresa cuando, al pasar de los años, fui corroborando su teoría y me sorprendía a mí mismo comentando lo mismo con algunas personas cercanas: esa misma sensación de que la vida se pasa cada vez más rápido.

Eso me lleva a la conclusión de que hay que vivir a tope, sin de reservas, y de que, por más que se aproveche cada instante, la sensación al final del día será siempre que pudimos haber logrado más.

¿Cómo entonces podemos optimizar el tiempo al máximo y quedar satisfechos con nosotros mismos alejando la sensación de que nos quedamos cortos, que teníamos más potencial?

Se me ocurre que para conseguirlo es necesario utilizar algunas herramientas con las que estamos plenamente familiarizados en el terreno profesional, pero que no acostumbramos usar en el terreno personal, y me refiero a los pasos básicos de la administración (planeación, organización, dirección y control).

No se trata de convertir nuestra vida en un típico proceso administrativo, sino de, simplemente, utilizar un poco dichas herramientas para fijarnos metas personales, del todo cuantificables y alcanzables, para revisarlas de manera sistemática y periódica, con el fin de evaluar avances en ese terreno.

Un año recién concluido es un buen periodo para revisar dichas metas personales. De hecho, la mayoría de las empresas hace sus revisiones por periodos anuales, evaluando y calificando la actuación que pudieron lograr y comparándola con sus pares y competidores, lo que les permite llevar una estrecha vigilancia de su desarrollo.

Algo que no ayuda mucho para llevar a cabo lo anterior es el estrés que se genera cuando concluye el año: son  fechas con un ritmo de trabajo complicado, en las que hay cierres de ejercicio en las empresas y la consabida presión para lograr los objetivos fijados con anterioridad, a la vez que uno se enfrenta a un sinfín de compromisos sociales, empresariales y a un recrudecimiento del tráfico.

Se acaba por no tener tiempo para nada y, cuando nos damos cuenta, ya se fue un año más y traemosnuevamente la presión de arrancar otro a tambor batiente, sin reflexionar ni establecer, con claridad, metas personales que puedan compaginar con las que debemos cumplir en lo profesional conforme a nuestra actividad.

En efecto, se fue ya un año más; sin embargo, es factible hacer una pausa y reflexionar, darnos un momento para planear, bosquejar, establecer metas en lo personal y proponernos de la misma manera hacer en nuestras actividades un calendario para llevar cabo los avances necesarios que periódicamente debemos disfrutar.

Por eso es que hoy, estimado lector, te invito a hacer una lista de metas personales que debes lograr en un año y establecer los avances que cada mes tendrías que llevar a cabo.

Espero que mañana -cuando te toque revisar lo que en el periodo de un año hayas podido alcanzar-, la respuesta sea un conjunto de grandes logros, para que, con gran satisfacción, pienses que has cumplido con el compromiso impuesto, sobre todo cuando escuches a la gente exclamar: “Es increíble, pero parece que fue ayer cuando comentábamos ‘Ya se fue un año más”.

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