Cuenta una leyenda que durante décadas un pordiosero, que pedía limosna en una plaza, pasaba los días sentado en el suelo con una extraña pero bonita vasija delante de él, y algunas de las personas que pasaban por ahí le dejaban algunas monedas que le permitían mal comer.
Cuando el hombre murió, alguien que se apiado de él y le procuró sepultura, dudando en enterrar con él aquella extraña vasija, aunque pensando que para aquel hombre ya no hacía ninguna diferencia, simplemente la conservó, más a manera de recuerdo que por cualquier otra cosa.
Algún tiempo más tarde, al invitar a cenar a un viejo amigo, anticuario de profesión, se sorprendió cuando a éste le llamó de sobremanera la atención aquella vasija, misma que le pidió prestada con el fin de estudiarla. Todavía se sorprendió más cuando a los pocos días le confirmó que la pieza valía una enorme fortuna.
Paradójicamente aquel pordiosero la había utilizado por más de 20 años para pedir limosna, sin saber que con vender aquella vasija hubiese podido darse una vida de lujos y sin complicaciones.
Yo pienso que a nosotros nos pasa exactamente lo mismo que al pordiosero. Vivimos utilizando nuestras vasijas (dones, talentos, conocimientos, habilidades y experiencia) para lograr unas cuantas monedas, sin saber que valen una fortuna y que pudiésemos tener cualquier cosa que deseáramos, simplemente conociendo el verdadero valor de las mismas y dándoles el uso correcto…
Así nos transcurre la vida. Lo más seguro es que pasemos a la siguiente, sin siquiera habernos enterado del infinito valor de nuestras vasijas, tal y como le sucedió a aquel pordiosero. Me parece que debiésemos tratar de entender ese valor y cómo es que podríamos obtener el máximo provecho de ellas, no importa si hasta hoy lo hayamos desperdiciado.
El ayer nos debe servir solamente para sacar provecho de la experiencia, pero es en el aquí y ahora donde debemos hacer el trabajo de una profunda y objetiva autoevaluación para descubrir esos dones y talentos, habilidades, conocimientos y experiencia, ya sean de nacimiento o desarrollados consciente o inconscientemente durante nuestro transitar por nuestra vida, para después tomar la decisión de actuar en consecuencia.
Si pudiésemos solamente entender eso y le pidiésemos a la vida, con la convicción que aquello que pedimos realmente lo merecemos y estuviésemos totalmente dispuestos a usar nuestra vasija…, nos sorprenderíamos, y, lo más grandioso, sabríamos que además de lograr cualquier cosa material que deseáramos, lograríamos algo aún más sorprendente y maravilloso: nuestra realización como seres humanos.
Abuelo. Entiendo perfectamente tu mensaje y las paradojas de la vida al no ver lo que tenemos enfrente o subvaluarnos. Realicemos entonces los más o todos de nuestros potenciales, y usemos bien nuestros «dones».
Yo diría algo más: lo más valioso es poder conocernos a nosotros mismos. Personalmente, no hace mucho tiempo, no le daba mucha importancia a conocerme. Un día recalqué con un comentario lo «absurdo» que me parecía dedicar tiempo a «conocernos», cuando una persona (que por algo hoy es alguien muy especial para mí) me platicaba de las sesiones de análisis a las que asistía para conocerse. Me parecío obvio que todos nos conocemos, ¿quién puede no saber quién es?
Después de eso, pasaron una serie de eventos en mi vida que me llevaron a dedicar mucho tiempo a analizarme. Y un día, me di cuenta que no sabía quién era. Hoy estoy convencida que hay conocernos cada día. Y hay un segundo paso que creo que es el más difícil: ser quién uno es. Ser, sin que otras personas cambien nuestras «vasijas» y todo lo que nos hace ser nosotros mismos al no ser éstas lo que ellos quieren que seamos.
Gracias Emily:
Me da gusto que te ayude a reflexionar, de eso se trata lapágina, aunque es difícil conocerse, porque siempre estamos o evolucionando o involucionando, por lo que siempre estampos cambiando. acuerdate siempre que los seres humanos no somos » producto terminado» siempre estamos en constante transformación…
Gracias por tu comentario
Un beso Grande
Gracias mi querido Alfredo, ojalá te siga aportando
Abuelo, Este es el primer «viernes de reflexion» que recibo, y solo quiero felicitarte por este blog que estoy seguro sacudira ideas y conceptos atrapados en el tiempo de cada lector. Gracias por compartir con migo algo de lo mucho que traes en el corazon.
Gracias mi querido Paquirri ! Un abrazo fuerte!
Gracias abuelo
Un abrazo
Saludos
http://www.carlos-molinar.com‘s done it once again! Superb read.
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thanks
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