La paternidad es una decisión

En alguna ocasión leí algo sobre José Luis Martín Descalzo, que hacía alusión a que todos los padres son adoptivos y él sustentaba que la verdadera paternidad prácticamente era una decisión, que una persona tomaba en algún determinado momento de su vida, en la interacción con otra persona, que el hecho de ser padre biológico o no serlo, era una situación que no tenía mayor importancia y de hecho yo estoy en gran parte de acuerdo con él.

José Luis decía que había un momento en el que una persona tomaba la decisión de ser padre y que a partir de ese momento y para siempre, nada podía cambiar esa decisión de ejercer la paternidad sobre esa persona. A pesar de cualquier cosa que pudiese ocurrir, ya que en ése momento esa persona te había atrapado para siempre y que podía ser en muy diversas situaciones, no necesariamente en el momento del nacimiento de esa personita, incluso mencionaba que podía ser por igual el momento en el que te aprisionaba por primera vez un dedo con su mano o en su primera enfermedad o que se yo cuando, pero lo importante era que el ser padre se convertía en una simple decisión y por ello ser o no el padre biológico no tenía mayor relevancia. En todo ello coincido con José Luis, pero me parece que hay algunas cosas adicionales de gran relevancia que podríamos comentar.

De hecho me llama mucho la atención la claridad con la que José Luis veía el punto ya que él, era otra clase de Padre (Sacerdote) y yo realmente pienso que hay cosas en la vida que solamente a través de la experiencia las podemos comprender en su totalidad y quién que sea padre, me dará la razón, en que la paternidad es una de esas cosas mágicas que difícilmente se pueden comprender en su entera dimensión, si no es a través de la experiencia.

De hecho yo pienso que somos unos antes de ser padres y otros muy distintos después de serlo y nunca más la vida volverá a ser igual, a partir de ello vemos la vida diferente y ciertos paradigmas nos cambian de golpe.

Incluso en nuestro México mágico se bromea mucho con eso y siempre entre amigos se dice y quieres a tu hijo como si fuera tuyo? Y las respuestas son muy variadas, siempre ingeniosas y siempre sobre la misma broma, pero el hecho es que ser padre biológico no tiene la mayor importancia, de hecho para serlo no se requiere mayor ciencia y hasta la persona menos preparada y con la escala de valores más cuestionable puede serlo, pero ser Padre en verdad, no tiene nada que ver con la biología.

No se estudia para ser padre y siempre cometemos errores graves en la educación de nuestros hijos, de hecho Serrat en su canción

“Esos locos bajitos”, nos transmite con su acostumbrada sensibilidad, ciertos puntos de vista sobre la complejidad del tema y menciona un sinfín de aspectos de las afectaciones que causamos como padres en la relación padre-hijo, pero eso es tema de otra reflexión.

Pero concluyendo con la que nos ocupa, me atrevo a decir que hay muchos padres biológicos que en realidad no son padres y hay muchos adoptivos que lo son en verdad y en el caso de estos casi aseguraría que la mayoría lo son, porque al final del día, la paternidad es una decisión.

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